miércoles, abril 25

2. JONÁS

Yo era Ronaldinho. Yo tenía un influjo magnético sobre el balón. Bien cabrón. Me obedecía. Los demás jugadores caían como efecto de ese campo eléctrico. Pero la cancha medía kilómetros y por más que corría, la portería del Real estaba cada vez más lejos. Creo que tanto magnetismo contravenía las leyes de la física y esas no deben romperse. Por eso, el árbitro pitó una vez, dos veces, una vez más y desperté, me lancé contra el teléfono con odio, todavía no amanecía, pinches borrachos, ¿sí?, ¿diga? Silencio. Iba a colgar, pero una voz en inglés me detuvo. Esa noche hacía un calor espantoso. Las sábanas estaban enredadas en mis piernas. “Mr. Herrero?” Pronunciaba “jerhrerou”. Y en inglés británico, me dijo que hablaba desde Londres. “Yes? I am...” Miré el reloj: eran casi las seis de la mañana. Después dijo algo que no entendí, al parecer se disculpaba por el horario, si era muy temprano en México, o si por el cambio de horario. Como sea, pero entreverado a eso las palabras “scholarship”, “congratulations” “European Photojournal Society”. Así que caí en cuenta. Había ganado. La puta beca. Pinchemil euros en un fideicomismo. Que en un mail que me estaba llegando en este instante me daban más detalle. Me dieron ganas de cagar. Así, súbitas. Dije monosílabos todo el tiempo: yes, don't worry, yes, yes, thanks, no, maybe, yes. Colgué.

Me latía una vena en el cuello. Fui al baño. Dudé si la llamada había sido cierta mientras mis intestinos se aliviaban. Pensé en la escena como una fotografía: un hombre de 35 años, calvo, desnudo, con el cuerpo desvencijado, sentado en el excusado del baño de un edificio viejo delante de una cortina con mujeres desnudas estampadas y la luz de una bombilla sobre el espejo. Todo lo demás a oscuras.

Me levanté y encendí la macintosh. Entré a mi correo. No podía creerlo. Viajaría por el mundo en desarrollo y fotografiaría gente interesante. Artistas. Eso iría a museos de todo el puto mundo. Taschen editaría un libro mamón con mi trabajo. Escribí un mail en tres patadas que decía más o menos así y lo puse a toda mi libreta de direcciones. En una de tantas lo recibiste y te acuerdes:

Hola a todos,

Acabo de ganar una beca impresionante. Me acaba de cambiar la vida. Acabo de despertar. Estoy que no me la acabo. Salgo de viaje a Europa en tres semanas. No regreso en meses. Felicítenme todos. Armemos un reventón donde haya muertos por congestión alcohólica y de estupefacientes.

Le di send. Y me di asco.

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